Este blog está realizado con la intención de ser una ayuda para el profesorado y alumnado a la hora de tomar decisiones firmes y seguras ante situaciones de emergencia y problemas que nos puedan surgir sobre la seguridad y protección en nuestra vida laboral.







martes, 23 de octubre de 2012

MANIOBRA DE HEIMLICH



El atragantamiento se produce cuando un trozo de alimento o algún otro cuerpo extraño se queda atorado en la garganta o en la vía aérea, impidiendo que el oxigeno llegue a los pulmones y al cerebro. Este hecho en la actualidad provoca más de cuatro mil muertes por año.
La falta de oxigeno en el cerebro durante más de cuatro minutos puede ser un hecho muy peligroso, ya que puede causar un daño cerebral o directamente la muerte. Por eso es importante reconocer un atragantamiento y saber cómo actuar, tanto en nuestra casa como en un restaurante u otro lugar público.
Una de las soluciones cuando estamos en presencia de este caso es la maniobra de Heimlich, la cual consiste en un procedimiento de emergencia que se usa para ayudar a las personas que se están atragantando y que salva miles de vida cada año.

La maniobra de Heimlich salva miles de vidas por año

En el caso de adultos, el sujeto debe estar de pie para que se le pueda abrazar por la espalda con ambos brazos. Una vez que se establece esa posición se apoya el puño  con el pulgar sobre el abdomen, presionando con una mano cerrada y la otra sobre la primera hacia el centro del estómago hasta que se expulse el objeto asfixiante. Se realiza presión hasta que las dificultades para respirar cesen y se acompaña con golpes en en la espalda.
En el caso de que uno se encuentre solo, se toma una silla con respaldo, se la situa debajo las costilas se empuja hacia arriba con fuerza hasta lograr expulsar la fuente de la asfixia.
En el caso de niños mayores de un año, debe tendérselo sboca arriba sobre una superficie rígida. Luego de apoyarán las manos una sobre la otra, en la zona entre el esternón y el ombligo y se empujará varias veces en dirección hacia el tórax.
En el caso de niños menores de un año, se recomienda emplear a sujetar al niño boca abajo, inclinado ligeramente hacia adelante. Luego se sujeta la cabeza con el antebrazo y se le dan varios golpes entre los omóplatos. Si la dificultad para respirar persiste luego de la sexta maniobra se debe apoyar al niño en una superficie rígide y presionar varias veces el centro del tórax. Por si no les quedó claro, arriba les dejo una ilustración que explica bien cada una de las variantes de la maniobra.

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